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un mar de fueguitos


"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

     - El mundo es eso -revelo-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. 

No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

El libro de los abrazos - Eduardo Galeano

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     Hace unos meses tuve la oportunidad de pasar una semana en Berlín, ciudad que tenia muchas ganas de visitar y que no me defraudó. Quizá mis pasos me lleven de nuevo a ella...

     El inicio del viaje fue un vuelo directo de unas 3 horas desde Madrid al Aeropuerto Internacional Berlin-Schönefeld. De allí  un tren me llevo, casi sin saber como al centro de Berlín, concretamente al Barrio Turco de Kreuzberg. El sueño y el madrugón para llegar sin prisas al Aeropuerto de Barajas hacían mella, y un café parecía ser la mejor solución para contrarrestar...






Tu país son tus amigos

"Eso de extrañar, la nostalgia y todo es eso, es un bálsamo. No se extraña un país. Se extraña el barrio en todo caso pero también lo extrañas si te mudas a 10 cuadras.


     El que se siente patriota, el que cree que pertenece a un país es un tarado mental. La patria es un invento. Que tengo que ver yo con un tucumano o con un salteño. Son tan ajenos a mi como un catalán o un portugués. Estadísticas. Números sin cara. Uno se siente parte de muy poca gente. Tu país son tus amigos y eso si se extraña."

Martín (Hache)